viernes, 30 de noviembre de 2007

Divagando en ninguna parte

Aquí estoy un vez más varado en la soledad, inundando de tristeza. Una vez más el maestro me guía como mejor sabe y como mejor puede.

Todo sigue igual, y no tiene porque cambiar, aunque de seguir así ...

Espero, casi lo deseo, que el tiempo no termine por darme la razón. El tren empieza a marchar hacia las tierras más bellas, cuando vuelva a pasar lo volveré a perder, seguro.

La única verdad que una vez me contó un viejo ermitaño, que se escondía bajo el abrigo de un ser joven y lleno de vida, fue la siguiente:

"Hay algunos que piensan que la esperanza es lo último que se pierde, ilusos, mentes desvalidas, lo que precede a la muerte es lo último que se pierde: la vida"

La verdad es que la esperanza se evapora en el mismo instante que se desea, y es el alma el que se aferra con sus garras a los viejos arapos de la existencia para continuar lidiando con el presente.

Siempre nos quedarán los lugares donde no estuvimos para seguir soñando, y siempre nos quedarán por recorrer los caminos que nunca anduvimos. Pero al final de todo trozo de tierra siempre nos quedará el mar, la inmensa extensión de agua que da paso al soñar con la libertad.

Con sólo seguir el cauce de cualquier rio lo tendríamos todo.

"... y despertó, y vió su reflejo en el agua de la vieja palangana, se mojó las manos y las llevó sobre su rostro. Por primera vez en su vida sitió que hoy era hoy y no quería que fuese ayer. Se vistió, cogió su viejo bastón de ébano y su gorra de pana y salío a la calle. Antes de abrir la puerta cayó desplomado como si un rayo le hubiese atravesado el corazón.

Esa fué la historia de su vida, nació para vivir un segundo antes de morir, pero al menos vivió, y que alguién tenga la osadía de poner en duda si lo último que perdió fué la esperanza o la vida."

martes, 20 de noviembre de 2007

Una más, ojo tuerto

Como un viejo mueble aparcado, como un bicho raro, como un ser inerte.

Así me deben mirar los demás, porque desde luego, no me ven.

Y quiere el titiritero que baile al son de la música, si aunque quisiera, no puedo.

Tristeza conocida, hipocresía gratuita.

Le deseraría quizás algo bueno, pero en el fondo no se merece ni mis pensamientos, y me duele gastar este tiempo pensando en ello.

Que los viajeros del tiempo me lleven a mi lugar.
Que los jueces del destino me castiguen por mi homilía.
Que los juglares por siempre os cuenten historías mías para que no paseís jamás por esta infinita angustia, por esta fatal agonía, que inunda mi despertar ayer, mañana y cualquier día.

Y seguiré acurrucado, llorando por la esquinas, buitres sobrevolando, tremenda osadía el yacer aquí parado, soltado mil letanías, para que el desván me proteja y que me sirva de guía.

Mares del Sur, yo os reclamo.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Una imagen

Una imagen en numerosas ocasiones dice más que mil palabras. Si pudieráis ver por mis ojos me libraría de tener que contar nada.



Yo creo que no hace falta más, que no hay otra interpretación posible.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Ser una roca y no rodar

Los cuentos siempre han tenido un final feliz, y espero que éste también lo tenga por muchas dificultades que haya que rebasar.

A quién se le ocurre hacernos esto. Si no fuera porque es un simple aplazamiento, y que viene del más grande entre los grandes, pensaría que las meigas vuelven a estar contra mi, como viene siendo constumbre.

Aunque quién dijo que no se puede ser positivo en las adversidades. 2x1 pagando dos, qué más se puede pedir.

Sólo espero que el oxígeno no nos falte en el nuevo día, a ver si con un poquito de buena suerte podemos seguir hacia adelante, algo aturdidos y confusos, pero hacia adelante.

"When all are one and one is all ..."