lunes, 1 de diciembre de 2008

Y mañana (212)

Y dentro de 17 horas se tornaran los cielos de verde para anunciar el paso de 2 años.

Si difícil es comprender más difícil es llegar a imaginar.

Seguramente, y con poco margen para que las dudas jueguen a ser Dios, el cambio más grande que el pastor soñó allí sentando sobre las rocas, viendo morir al rio de sus deseos.
Sólo los maestros del dolor saben la verdadera historia y sólo los adoradores del miedo pueden llegar a vislumbrar lo que supondría una lágrima conseguida mediante las malas artes de los hombres grises.

El camino apenas comienza aquí y ya se augurá duro y sinuoso. Reto sin igual para la paciencia que guardé en los albores de la primavera bajo llave en el cofre del silencio ,allá en el fondo del decimoséptimo recodo de la corriente más caudalosa del mundo.

Y se acercó el maestro al nuevo discípulo que acaba de llegar y le dijo:
- ¿Dónde crees que se encierran los latidos del universo?
El discípulo, tras meditar durante tres largos minutos contestó:
- En las energías que fluyen entre las inmensas estrellas y en los oscuros agujeros que albergan la osadía del control eterno de los cielos infinitos.
El maetro, con voz pausada pero con el cansancio que marcaban sus ojos, fruto de la lucha contra el sentido de las lúgubres palabras que sólo encierran miedos y mentiras, respondió:
- Mal. ¿Quién te dijo que hay estrellas? El hombre, y ¿quién te dijo que hay agujeros negros? El hombre. ¿Por qué te fias del hombre si a cada paso que das uno te clava un puñal y otro te roba la sangre?. Nada podrás aprender en este lugar.

Ahora el maestro se acercó a otro nuevo discípulo y le preguntó:
- ¿Dónde reside la belleza del Mundo?
Apenas, tras unos segundo, el segundo discípulo contestó:
- No lo sé maestro, vine aquí para aprender.
El maestro se acercó y le dijo:
- Nada podrá aprender en este lugar.

Por último, el maestro se acercó a un niño que estaba allí junto a ellos y le preguntó:
- ¿Eres feliz?
El niño respondío:
- No, porque están ustedes aquí en medio de la calle molestándonos, estabamos jungando al balón y hasta que no se vayan no podremos seguir jungando. ¡Vayanse ya!, nada podrán aprender en este lugar (y se echó a reir el niño).

El niño se hizo mayor y se convertió en maestro.

jueves, 13 de noviembre de 2008

La penúltima vez

Como Duende que ha vidido lo irrazonable como si fuera el guión de aquel cortometraje que siempre soñó realizar,como aventurero que cruzó de rodillas el Salar de Uyuni y subió descalzo al Machu Picchu con su eterna pulmonía, como paseante de los cien mil caminos que cruzan las tierras donde se cometieron los mayores ultrajes de este mundo,pero sobre todo, como observador de lo cotidiano y adorador de la tranquilidad que envuelve el vuelo del halcón,amigo de la ausencia hasta alcanzar la enfermedad y enemigo del tiempo y la distancia,YO, con los poderes que me otorga la llave que cierra las 13 puertas de los reinos perdidos en la cueva del silencio, aquella que atravesaron mis pasos hace ya tanto años que me ha hecho perder los recuerdos de mi infancia, YO, nombrado principe de las moradas tardías, de las cabañas de fuego que envuelven en ruinas la frontera de mi corazón, YO, proclamo hoy como el último día después del siguiente a la penúltima vez.


Perseguir un imposible es siempre un bonita razón para poder seguir viviendo.

viernes, 10 de octubre de 2008

Maldigo ...

Maldigo al ladrón de sueños que se rinde ante los deseos.

Maldigo a los cuervos que moran entre el cielo y las montañas.

Maldigo a la cicuta del silencio que sostiene el peso la vida.

Maldigo a los hombres de blanco que rien y cruzan los dedos.

Maldigo a las malas compañias que te venden cosas extraordinarias.

Maldigo a las benditas visitas que no traen un pan bajo el brazo.


Por todo y más, por tanto y tampoco, por poco y casi nada, maldigo a los señores que se lucran con la moneda del revés, abanderados de la tiranía de los miedos, pastores sin rebaño.

Podría citar a grandes maestros que vuelan entre cierzo y levante, podría citar a las nubes de antaño o contar cuentos inacabados, pero por amor y respeto a las cenizas de los tiempos pasados sólo mandaré el último reclamo de salvación que se cobija en mi mano: sentir cada chupito de tequila como si fuera el último, agarrar el cuello de la botella de cerveza fría con decisión, olvidar lo que antaño existió y lo que mañana podrá existir, mirar hacia el horizonte y pensar quién os mira desde allí, el viento y el Sol, las nubes y la Luna, las estrellas y la mar, y por un segundo dejar caer el alma hacia la nada.


Siempre os quedará algo que contar a los viejos del lugar, que un día a principios de otoño, al morir el Sol, vistéis pasear por el cielo, entre rojo y azafrán, al trovador de lamentos, dueño de todas las penas, en su caballo silencio, con su mirada llena de calma, con su semblante libre de miedos, con sus historias de nunca acabar, con una mano sobre las riendas y la otra apoyada en la pierna, con una manta de cuadros, con un sobrero tejano, con una bala en el pecho, riendo por haber vencido al Dios de los siniestros, de la manera más vil, con un millar de palabras sobre el nuevo porvenir.


Ya oigo cantar al gallo ...

viernes, 3 de octubre de 2008

Retorno al olvido

Escuché cerrarse de nuevo la puerta antes de cruzar el umbral. Este sueño cíclico repleto de incertidumbres y agonías me va cansando bastante.

Es tan duro estar siempre rozando lo imposible y que ese "imposible" sea la más pequeña de las ilusiones que alberga mi razón, ya que mis sentimientos no quieren ni siquera oir hablar de él.

Harto de escuchar mentiras gratuitas. Empachado de hipocresía, borracho de indiferencias, agotado por el eterno ardor perpetuo que provocáis sólo con vuestra presencia.

He vuelto a meter lo imprescindible en un mochila y me preparo para regresar al olvido, lugar que no debí abandonar por las esquirlas de ambición que me llevaron a pensar que podía, al menos, ver pasear a la felicidad a pocos metros de mi.

¡Os ruego por lo más sagrado que no me robéis el olvido! Albergue de sinrazones, de mil y un cuento perdidos, de cientos de sensanciones, de ver en árbol caído el nido de las ilusiones que aún me mantienen vivo.

Vuelvo a lo no vivido.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Nungará

En la ausencia de las lágrimas que echo de menos se encierran todos mis miedos.

He bajado la cabeza y he vuelto a ver la mueca de burla que eternamente me ofreces pero ten en cuenta lo que fuimos y en que nueva senda nos encontraremos.

Dejé a todos reirse de mis pensamientos e ideas. Permití a los cuerdos acercarse a mis sueños y a mi vieja razón, lugar no habitable para sus eternas ironías baratas.

No cometaís el error de prescidir de lo impredecible. Allá por donde caiga el agua yo caeré, pero dejaré una señal en cada roca que pise, no para saber volver, sólo para intentar no volver a pisarla de nuevo.

Que las luces del cielo que nublan mi conciencia cada mañana al intentar despertar me saquen de las entrañas del infierno.

Le pido al maldito castigador que pare ya. Ansiendad demente que pintas mis paredes, márchate ya.

Al final el dia que nunca llegará será el día que siempre desearé.

viernes, 8 de agosto de 2008

Al final

Al final, apenas pude dar un paso más y caí.

Mientras caía recordaba aquel verano de mi niñez durante el cual cogía aceitunas en la Soleá, sacando de sus casillas a mi tío Armando, hombre parco en palabras pero de genio voraz.

Y mientras caía recordaba aquella partida de mus en el bar del Dic, aquel apoteósico triunfo ante uno de los grandes. “El 23, decía”.

Caía y caía, y sólo podía ver la luz cegadora que atravesaba aquel vidrio de color caramelo.

Sentía que mi compañera me acariciaba con sus dedos de pesadumbre. Podía oler el silencio que se oculta tras las venas de mis sueños.

Antes de llegar al fin, vi por fin la luz esperada, esa que todos dicen que se ve y que te llena de paz …... ¡y una mierda!, era la luz de la lámpara de la mesilla al tocar el despertador un día más. Las putas 6 de la mañana, otra vez la misma historia, otra vez el mismo cuento.

Cuántos momentos de gloria que se vacían de mi memoria según caía.

martes, 5 de agosto de 2008

Arena

Vi tanta que me abrumé.

Miré a poniente y recibí sus caricias más deseadas. He regresado y volveré.

Feliz viendo felicidad, cotento percibiendo alegría. Nunca pensé que enumerar cada granito de arena fuese tan fácil. Arena soñada por los romanos y por mi.

Sólo pido una barca para sentarme sin más a contemplar tu reflejo en el cielo y en la mar.

Ojalá que los devoradores de sueños no estropeen éste, va siendo uno de los últimos que me quedan.

Otra Caipirinha, por favor.

jueves, 3 de julio de 2008

Tirada

Sobrevuelo en estos momentos mis recuerdos para hacer hincapié en mi última morada.

Me estoy viendo allí sentado junto a la princesa. Peligrosamente desbozando los crueles entresijos del destino y de los sentimientos encontrados. Se que actúe como un caballero de los que quedan pocos, aunque los nervios me pudieron jugar una mala pasada al enfrentarme al "capataz". Pero todo aquello quedó en un impulso que rápido se evaporó.

Sin lugar a dudas, aquel último día de Agosto de hace más de diez años fué la última vez que anduvimos de la mano y nunca nos imaginamos que jamás nos volveriamos a ver.

Posiblemente en ese mismo instante te perdí para siempre y desde entonces te busco a lo largo y ancho de la Tierra.

Allá por donde vagues recuerda que te ando buscando.

Cuánta tinta derramada. Siempre me quedará la alegría de recordar que un día dormiste en mi regazo.

Mañana viajo a Managua, voy siguiendo una pista ...

jueves, 26 de junio de 2008

Mi amigo ALZ

Y dicen que el viejo zorro se paró en lo alto del risco a otear el horizonte. Vislumbró la silueta de la vieja alcahueta que juega siempre a buscar las almas que ha de llevar hacia los reinos perdidos, parajes que no me hace ninguna ilusión visitar.

Manos temblorosas, ojos asustados, miedo a colapsar.
Olvidé tu cara, perdido en la mirada, sólo puedo divagar.
Escondidos en la cama veo humo en las paredes de la eterna soledad.
Pánico sólo pensar, me ahogo en incertidumbre, sin agua me asfixio en la mar.

Sin llamarte acudiste,
sin buscarte te encontré,
maldita la mala suerte,
me agacho para no ver
y el suelo era un espejo,
la vida va y se me fue.

Sólo me queda esperar ...

lunes, 9 de junio de 2008

Hastío

Oigo un murmullo lejano que tiene olor a esperanza. Al intentar acercarme se desvanece entre la bruma que duerme bajo mi cama.

Veo nacer el día sentando frente a la ventana y nada me hace pensar que hoy sea peor que mañana.

Toco el cielo con los dedos, se me entumecen los ojos de mirar hacia tu encuentro y ver que te perdiste en el valle de los tuertos.

Si logrará despertar de este maldito sueño quizás me daría cuenta que siempre estuve despierto.

Eterno divagar por estas calles mojadas, llenas de sinsabores, vacías de fantasía.

No perder la razón nadando sin mar ni río. No juzgar el presente pues ahora mismo se ha extinguido.

"Dime un color: el gris. Pero hombre, no seas tan pesimista, dime otro: el gris marengo, y no me tires más de la lengua o te tendré que decir el negro."

miércoles, 7 de mayo de 2008

Laberinto

He vuelto a ver como la espiral de la vida se anudaba a mi cuello. A veces pienso que es la única manera de volver a ser feliz en la ausencia.

Se presentan a ti mi, casi a diario, muestras de que no tengo nada en común con el resto. No persigo sus mismos fines, no ansío sus deseos, y mucho menos sus logros.

Sin temor a equivocarme se que mi origen está muy lejos de aquí. Les veo reir o llorar y no entiendo sus emociones, será porque veo en ello una actuación más que cualquier otra cosa. Hasta el apuntador se mofa de mis pensamientos.

Parece mentira, yo que oí brotar el agua de las entrañas de las rocas, que vi morir al Sol tras mis montañas azules, que encontré la verdad en los labios de una ola. Yo, que miré a la Luna y se giró para sonreirme. Ahora me veo buscando el candando del viejo baúl para encerrar bajo llave el futuro y no permitir que jamás se haga presente. Pequeño consuelo saber que no marchitaré mis deseos aunque nunca los vaya a tener posados sobre las manos.

No veo salida que no pase por aparcar el autobus en el bosque de los sueños.

miércoles, 16 de abril de 2008

10 Lunas

En mi cabeza todo se revela irreversible. Demasiado tiempo para intentar corregir tantos errores encadenados.

Mar de confusión que enredas mis pensamientos y me ahogas entre las aguas de la contradición.

Este barco, a no ser que haya milagro, no creo que lo pueda salvar de los fangos donde varado desespera por rozar una sola gota de agua.

Por mucho perdón que suplique, aunque me echen condena a muerte, no podré hacer justicia con mi soledad.

Y volveré mil veces a este eterno penar, que no es muy diferente de las otras decenas que me acompañan desde tiempos inmemoriales.

Pedir absolución sería traicionar mi traición, ya ni eso me quedaría. Por tanto, me condeno a vagar por las tierras olvidadas, por los senderos de barro, por desiertos de nostalgia, a bucear en el Mar Muerto, a escalar los silencios que se escuchan tras tus pasos. Que las hojas del calendario hagan un corte en mi piel por cada día pasado para que nunca pueda olvidar.

Diez Lunas encierran una gestación natural de lamentos infinitos.

martes, 1 de abril de 2008

Anunciación

Mis primeras líneas serán para reconocer al trovador de lamentos la osadía de dejarme narrar mis aventuras y extraños viajes.

Si soy sincero, nunca creí que me fuera a encontrar de nuevo contigo, y menos de esta manera. Creo recordar que han pasado más de diez años desde ese mágico día difícil de olvidar. Aunque resulte inverosimil, aquella noche soñe con volar como nunca antes lo había hecho, y volé. Rarezas de la vida, se alinearon todos los planetas y se encendieron las luces de todas las estrellas.

Oí el batir de las alas de los cuervos y las risas de las hienas. Probamos la fruta fresca, y nos lanzamos sin vacilar a las aguas de la agonía. Se bien de lo que hablo, pues todavía en los cambios de estación las marcas de mi brazo me recuerdan sin vacilar aquellas mágicas horas. Actué de gran maestre y aquello cambió el rumbo de mis días.

Yo también vagué por la sierra de Cazalla junto a "Andrés". Nuestro amigo Ernesto me curó el alma a faldas de sierra Maestra. A caballo, andando, en moto o bicicleta he recorrido en esta última decada miles de lugares. Aquí te iré dejando los recuerdos de las vagas huellas que fuí dejando allá por donde me dejaron pisar.

El Duende.

martes, 18 de marzo de 2008

Mencia

Otro examen se avecina. De nuevo a pasar por el detector de los deseos incompletos, a ver como han evolucionado las acciones no realizadas, quizás irreversibles. Esperemos que todavía quede un hueco para la cobarde rectificación.

He vuelto a fallar como persona y como ser humano. Y mira que me esfuerzo por no traicionarme, pero es superior a mis fuerzas.

Baúl de ilusiones sin fondo y de esperanzas inacabadas.

Asumo el veredicto final: culpable de los miedos absurdos que invanden el mar de temor donde nado cada día.

Perdoname DUC, porque el tiempo no me va a perdonar.

¡Qué las luces negras que marcan las lindes de mis despertares apunten alguna vez hacía adelante!

Suplico desde aquí al Duende, que me de algo de lo que se llevo. Él sabe bien de lo que hablo.

jueves, 6 de marzo de 2008

El Duende

Hoy presento en sociedad al Duende. Su verdadero nombre (o eso dice él) es Francisco Drago de la Serna. Será el nuevo miembro de esta familia inexistente. Hijo pródigo que vuelve a casa después de varar en la mar durante más de una década.

Marinero sin escrúpulos. Truhán, bucanero, corsario y malhechor. Amigo de ningún mortal y persona non grata allá por donde pare. Tiene puesto alto precio a su cabeza en los rincones más lejanos del nuevo mundo, del viejo mundo mejor ni hablar, hace años que no pisa suelo europeo (exceptuando su pequeñas incursiones en Baelo).

Algunos dijeron de él que podría incluso ser el Conde de St. Germain, pues fué visto a la vez en un velero bordeando Avarua y sentando en un café enfrente del Malecón, en la Habana.

Es díficil dar una descripción fiable de su persona, ya que sólo le he visto una vez, y de esto hace ya mucho tiempo, saltando la valla de la venganza y la osadía, en el antiguo pueblo fundado por los cobardes carpetanos. Fuentes fiables me han confensado que ha cambiado mucho desde nuestro encuentro. La vida nunca le mostró gratitud y él desde luego jamás se ha arrodillado frente a nada ni nadie.

Personaje entre los personajes, quizás algún día le de por escribir la memoria de sus viajes allá por donde se juntan los océanos, donde las tierras tocan el cielo, donde las selvas ocultan la vida.

Bienvenido al hogar de los silencios, salón de juntas del club del último amanecer.

lunes, 3 de marzo de 2008

Nuevo mundo

Inundo mis sueños de malas profecías escritas por la vida a cada inspiración que doy. Nada sobre la faz de la tierra recurre a mis palabras para hacer más llevadera esta eterna agonía: vivir.

Proclamo un nuevo mundo donde las flores nacerán hacia dentro de la tierra para que no puedan marchitarse por las pisadas salvajes de la avaricia.

Hoy más que nunca, pido al perigrino que regrese al hogar. Llamo a filas a los nómadas del desierto. Pido a trovadores y juglares que me acompañen para dar fé de las nuevas conquistas. El tiempo nunca será nuestro pero el momento debe arrodillarse a nuestros pies y suplicar por que perdure su memoria.

Desde las gotas de rocío que se posan como perlas de silencio sobre las hojas de ortiga, lleno el saco de lamentos.

Año cero. ¿Puede haber menos que nada?

jueves, 21 de febrero de 2008

Las sombras del silencio

Esta mañana miré a la Luna, y dibujada tras las nubes me hablaba en voz baja para contarme como transcurrirá el día. Al oido me decía que antes del noveno bisiesto debería elegir momento, para romper el silencio.

Todo esto me suena a profecía, a cuento escrito en la parte de atrás de un paquete de galletas, a laberinto trazado entre las zarzas del río. No hace falta ser un loco para saber lo que se avecina.

Puede haber algo peor que no recordar ni uno solo paso andando y terner la certeza de no saber dar un nuevo paso.

Sentencia final de la memoria, veredicto de muerte adornado de bellas intenciones insípidas.

Pocas cosas pueden ser peor que mirar al cielo o al infierno y no saber si se está vivo o muerto, o ni siquiera saber si se está.

Que las flores de la amnesia perpetua puedan dejar destellos de reminiscencia y olor a hierba fresca, al menos, en los sueños de mis sueños.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Una oración ...

Yo, el predicador de las mentiras, cobarde hasta que nace el día y antiguo charlatán de ilustres cafés, con el poder que me otorga la santa hermandad de las causas perdidas, absuelvo al trovador para que luche con osadía por la eterna revolución.

Ilustres moradores de la verdad, apartad.
Venerables señores de la guerra, retiraos.
Paloma que preñaste a la doncella, no rias más.
En mis manos está la sangre de tu collar
y en mis mejillas aún mora tu despertar.

Para todos los soñadores, y para los caminantes del vino.
Para los perdedores y para los perdidos.
Para los errantes y para mi hermano ermitaño.
Para el joven juglar y el pastor encumbrado.
Para el último de los profetas.
Para mi viejo amigo, que a la mañana se refleja en la ventana a la que miro.
Para la luz de mi estrella en la curva del olvido.
Para la sombra de lo no vivido.
Para ti que miraste debajo de la cama, detrás de la maceta, corriste las cortinas y te asomastes al balcón , y allí me viste llorando cual eterno aguador, con la mirada perdida hacia el Sol.

lunes, 11 de febrero de 2008

Pensamientos olvidados

Estoy viendo al tuerto guiñar el ojo y reirse. Observo al maño sentando sobre la siembra, recibiendo el cierzo como quien consigue un premio, cantando la canción triste. Y me volvió a tocar la jodida. De nuevo, sin llevar ni siquiera un boleto, si haber participado. El hombre del traje gris sacó mi bola del bombo.

Cuantas veces he de decir, que renuncio por siempre a esta suerte que no para de socorrorme cuando creo que me voy a enderezar.

Con nombre de mujer acudes a nosotros y con apellido destructor nos marcas, a fuego vivo. Y pensaba yo que las luces negras terminarían por apagarse, volví a pecar de inocente.

Otra vez a recorrer el sinuoso sendero de barro, y esta vez con vanas esperanzas perdidas de antemano. Según avancemos más díficil será andar por él. Esperemos que el tiempo no nos quite la osadía de pensar que lo superaremos, pero yo que ya voy sabiendo más por viejo que por otra cosa, me voy temiendo lo peor.

De tantas cosas no he de quejarme, pero es que me obligas a no parar de largar.

Sólo se me ocurre dejar que tu nombre haga sombra a la maldita. De momento, iré dejando un pequeño rastro de sal para que me podáis seguir, pues parece ser que esta vez el camino va a ser de los más jodidos.

Le suplico a la aurora boreal que me de la magia para no perder lo andado y condeno a Dios a muerte igual que él nos ha condenado.

lunes, 4 de febrero de 2008

Lura

Decir que ayer fué mejor que hoy es decir que no hay mejor futuro que el no vivido. Esto es como rechazar las sombras del fracaso y dar un voto de sabiduría a la cobardía que crece en nuestra alma.

Mejor ahogarse en rio que pacer como fruto de secano, en la cama bien dormido, hasta que se acuerden de ti las nubes de la agonía y la señora de negro, que aguarda en primera fila a que llegues a la meta.

Al final, todo es contradicción y mentira. Y en cualquier lugar por donde vagues, deberás saber que siempre sabe mas el más viejo del lugar, y debes observar hasta caer sin fuerzas, pues de ello sacarás las arras de la nobleza, del caminar bien erguido. Poder mirar a los ojos del hombre y decirle sin titubeos: yo vivo.

He leido en las olas del mar y escribí en las hojas del viento.
Escuché a las gaviotas volar y observé la berrea en desiertos.
Vi crecer las amapolas y vi morir al mar muerto.
Ayer fuí gran cazador y ahora trovador de lamentos.
Perdí el tiempo con palabras y hoy perezco por dentro.
Te miré a los ojos en invierno y encendí el firmamento.
El pétalo de mi rosa se me clavo en la cordura,
y aquellas noches sin Luna, marcaron esta memoria
que girando hoy en la noria padece fina locura.

viernes, 11 de enero de 2008

Cuadumbre y bamentos

No tiene sentido apuntar ya mis dudas en el cuarderno de incertidumbre que me acompaña siempre envuelto entre las sombras de las dudas y los temores de la ausencia. Lo sacaré del bolsillo de mi vieja gabardina y lo guardaré, no sin pesar, en el baúl de los lamentos. Echaré la llave y lo echaré al mar, sin miedo a que su contenido pueda perecer en la inmensa llanura de sal.

Me subo al desván, me refugio en las palabras. No hay peor guarida, pero las falsas palabras que jamás podrán expresar por si mismas nada, según creo adivinar, serán mi ansiada cabaña en el espeso bosque de los sueños soñados, de los viajes perdidos, de caminos no transitados, de los viejos amigos, al fin y al cabo, lugar donde guardo la brisa de viejas canciones y bellos momentos.

Qué la música y los pasos de mi sangre me acompañen por los mares que navegue sin rumbo. Le suplico al viento que cuando me vea dudar siempre sople hacia el Sur. Porque si algo he sabido es que sólo el alma puede recorrer los extraños caminos de las sensanciones perdidas. Los pasos una vez iniciados nunca volverán atrás, os ruego que os pille a todos confesados, no habrá tiempo para perdir perdón ni para falsos arrepentimientos.

Trovador de lamentos que moras en mi, narra mis amargas tristezas.
Soñador de silencios que me visitas en las frías noches de invierno, vuelveme sereno.
Pastor de las altas cumbres, sácame de esto.

Buncuche.

martes, 8 de enero de 2008

Un hombre y dos destinos inalcanzables

Y si algo me enseño la vida es que todo es mentira. Sólo tenemos dos caminos, que nunca recorreremos, que poder tomar:

- El camino de la fidelidad con los sueños de juventud. Que la vida no se pase sin sentir haber hecho algo por nosotros y por la humanidad. Todos llevamos atrapado en nuestra alma ese ardor revolucionario. Sentir que podemos cambiar las cosas para mejor. Hacer de la vida algo digno para todos. Vagar por los caminos más ocultos de la existencia con una mochila al hombro, bebiendo del agua almacenada en la huella de un caballo y comiendo frutos silvestres. No dejarse vencer si haber luchado hasta el fin.

- El camino de la salvación. Poder andar el camino sin complicaciones, sin hacer nunca nada que no nos nazca de dentro. No vivir pendiente de que un reloj marque nuestros pasos por esta vida dura y sinuosa. Poder desayunar en Ushuaia y ver la puesta de Sol en el Malecon. Amanecer entre las ascuas de la lumbre en cualquier bosque perdido de Canadá y mañana soñar con navegar por los mares de sur. Reir con una botella de vodka en cualquier gélido páramo de Siberia o simplemente tomar un par de cañas en cualquier tasca de Madrid. Dormir sobre las aguas del mar Muerto, despertar sobre las ruinas de Troya. O simplemente apostar una ficha de 1000 dólares en Las Vegas o jugar una partida de pokér con John Wayne a las orillas de Rio Grande. Recorrer con "el barquero" la sierra de Ronda.

Dos senderos tapados por la insana cordura y la maldad de los hombres.

Si pudiese al menos poner un pie en uno de esos caminos, aúnque sólo fuese para andar un par de metros, ..... ¡qué felicidad!.

miércoles, 2 de enero de 2008

La liga de la razón

Y después de un día viene otro, y no hay más.

Ni dije ni me dijeron, ni di ni recibí. Tengo tantas ganas de nada, que ya no puedo.

Nada cambia. Todo sigue igual, o sea, mal.

Si les ayudas te lo pagan en golpes, que más se puede decir.

Rodeado del absurdo y sin saber si lo pongo yo o me lo dan los demás.

Tendré que ir pensando en dejar la competición ...