viernes, 8 de agosto de 2008

Al final

Al final, apenas pude dar un paso más y caí.

Mientras caía recordaba aquel verano de mi niñez durante el cual cogía aceitunas en la Soleá, sacando de sus casillas a mi tío Armando, hombre parco en palabras pero de genio voraz.

Y mientras caía recordaba aquella partida de mus en el bar del Dic, aquel apoteósico triunfo ante uno de los grandes. “El 23, decía”.

Caía y caía, y sólo podía ver la luz cegadora que atravesaba aquel vidrio de color caramelo.

Sentía que mi compañera me acariciaba con sus dedos de pesadumbre. Podía oler el silencio que se oculta tras las venas de mis sueños.

Antes de llegar al fin, vi por fin la luz esperada, esa que todos dicen que se ve y que te llena de paz …... ¡y una mierda!, era la luz de la lámpara de la mesilla al tocar el despertador un día más. Las putas 6 de la mañana, otra vez la misma historia, otra vez el mismo cuento.

Cuántos momentos de gloria que se vacían de mi memoria según caía.

martes, 5 de agosto de 2008

Arena

Vi tanta que me abrumé.

Miré a poniente y recibí sus caricias más deseadas. He regresado y volveré.

Feliz viendo felicidad, cotento percibiendo alegría. Nunca pensé que enumerar cada granito de arena fuese tan fácil. Arena soñada por los romanos y por mi.

Sólo pido una barca para sentarme sin más a contemplar tu reflejo en el cielo y en la mar.

Ojalá que los devoradores de sueños no estropeen éste, va siendo uno de los últimos que me quedan.

Otra Caipirinha, por favor.