miércoles, 10 de septiembre de 2008

Nungará

En la ausencia de las lágrimas que echo de menos se encierran todos mis miedos.

He bajado la cabeza y he vuelto a ver la mueca de burla que eternamente me ofreces pero ten en cuenta lo que fuimos y en que nueva senda nos encontraremos.

Dejé a todos reirse de mis pensamientos e ideas. Permití a los cuerdos acercarse a mis sueños y a mi vieja razón, lugar no habitable para sus eternas ironías baratas.

No cometaís el error de prescidir de lo impredecible. Allá por donde caiga el agua yo caeré, pero dejaré una señal en cada roca que pise, no para saber volver, sólo para intentar no volver a pisarla de nuevo.

Que las luces del cielo que nublan mi conciencia cada mañana al intentar despertar me saquen de las entrañas del infierno.

Le pido al maldito castigador que pare ya. Ansiendad demente que pintas mis paredes, márchate ya.

Al final el dia que nunca llegará será el día que siempre desearé.