martes, 16 de junio de 2009

Sueño sin sal

La luz de la incertidumbre, grial de todas las grandes alegrías que puedo recibir en este jodido mundo, ha vuelto a iluminar mi destino. De nuevo a soñar bonito, no esta mal ¿no? quizás ya iba siendo hora de dejar de lado las pesadillas diarias y poder intercalar algún pensamiento bordado de sonrisas.

Se ahogan mis palabras en el lago de la soledad y puede que jamás me vuelva a sentir sólo.
Compañera que cumples mis deseos como hada de los mil y un cuentos, me vas a echar de menos, yo a ti también.

Sabiendo que todo debe ir bien, allá por el mes más corto nos conoceremos.

Que nadie dude nunca jamás que allá por donde corra mi sangre no volverá a crecer la hierba, no volverá a soplar el viento ni el agua se podrá posar.

No quiero sal en este sueño.

miércoles, 10 de junio de 2009

Rebaño

Nunca jamás lograré entender nada. Parece que a la gran mayoría de los humanos lo que más les gusta es en seguir por el sendero, sin salirse del camino. Cuanto más piedras les pongan en el camino, mejor que mejor. Así se podrán tropezar repetidamente y sin descanso.

Que a nadie se le ocurra luego lanzar su ira al aire, por que yo desde luego no pienso volver a escuchar. Pondré mis oídos a hibernar, dejaré de luchar contra los molinos. Volveré al pueblo perdido de donde no debí nunca marchar.

Si os quitan lo bailao, que coño os va a quedar. Daros cuenta de una vez que lo logrado con sangre no debe perderse ni jamás olvidarse, para no volver a derramar ni una sola gota en una guerra antaño ganada.

¡Danzad!, gritan los domadores de almas, antaño ladrones de sueños.

¡Despertad! os grita el trovador de lamentos. No esperéis a estar muertos para poder sentiros libres.

Espero que el duende vuelva pronto o esto será mi perdición.