lunes, 18 de octubre de 2010

De un tio ...

Espero con impaciencia que este Lunes al Sol nos traiga bien tu presencia y que por fin, tras dos días de espera, veas por fin a los tuyos que con impaciencia te veneran.

Sólo le pido a la luz que lleves alma de algarrobo, porque ni quiero pensar en otras almas gemelas que pudieran influir en la luz que con la espera llenará por siempre jamás la casa donde te hospedas.

PFTUS.

Y qué es la vida ...

Cuanta vida han vivido los que tienen menos vida, cuanto tiempo he perdido, cuantas pisadas mías estarán llenas de polvo sin temor a la agonía de que otra huella destrone las insignificantes marcas, que como sello roído, quedaron poco marcadas en la senda del destino, aquella por la que vago desde que la ausencia de tinajas en el molino caído buscaban algún ser muerto en el reino de los vivos.

De poroso fondo de pena llevo lleno los bolsillos de mi vieja gabardina, hoy venta ambulante toca en la cueva de los vinos, aún en la lejanía oigo ladrar a la lanas, oigo el tañer de campanas, oigo al viejo pregonero chillar a los cuatro vientos que aquí se vende de gana buenos y baratos sustentos.

De todos es bien sabido que el fin terminó en el comienzo, que esto es un divagar por mil laberintos y entuertos hasta que la quebrada lleve todo a buen puerto.

Derrotado en la batalla de las mil y una cornisas que vencen sobre mi alma, elevo la voz al cielo para volver a decir nada.

El asolador de la felicidad que otros quieren vuelve en la madrugada al redil de la derrota, abatido, sin palabras, perece como zagal con edad de mayoral y el sentir del aire fresco que envuelve en mil lamentos los incontables cuentos que salen hoy de su boca.

lunes, 11 de octubre de 2010

El último adiós

Y se fue. El hombre de la chaqueta de cuadros y la gorra de pana, del ramón en volandas, se fue.

Subió su última principal, tomó su último botellín y fumó su último celta.

Marchó por el camino de la eras, con la mirada perdida en aquel horizonte que tantas veces oteó.

Y yo, desde mi atalaya, aún veo su silueta siguiendo al rebaño, con su cigarro caído, mirando más al suelo que al cielo, pues no tenía ninguna prisa por partir.

Descanse en paz "el sabio", maestre de maestros en la corta distancia, rey de reyes con una canto en la mano y una garrota suspendida en el aire.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Al raso

Debí de tirar la vieja ropa hace tiempo pero no pude o no supe. Ahora otros vendrán que la tiraran por mi, y esto hará que llegue el fin de la penuria, estamos en vísperas de muerte.

Esta vez la dama negra creo que no se va a esconder mucho, parece venir de frente, y eso aún me confunde más.

En las hileras del destino, en los telares de la vida, allí donde se maceran lentamente los más bellos sentimientos están empezando a recoger. Si esto no es para preocuparse ...

Yo que vi nacer el Sol bajo los influjos de la botella, que oí el sonido de la siembra al balancearse como olas en la mar. Yo que agarré con mis manos la verdad y la abracé hasta asfixiarla, creo que hoy nos ofrecerán los que deseemos para cenar.

Y la más temida me hará caminar por el corredor con la mirada perdida, pues olvidada la dejé observando aquellos montes que oteaba el caminante con las botas impregnadas de rocío entre los pastos y el río, entre los campos en flor.

Se equivocó don Antonio pues camino se hace al caer y volver a levantarse, y no por andar bien erguido se hace mejor camino, sólo se avanzará si no se vuelve a pisar las misma huella dejada en la húmeda mañana que nos tocó en la ruleta de la madrugada.

Si mañana no sale el Sol no me esperes despierto.