jueves, 16 de mayo de 2013

Alambre azul

Yo que ahogué mis pies en rocío para poder alcanzarte.
Yo que marqué mis manos con espinos que algún día rozaste.
Yo que hoy vago sin destino, sin camino y sin coraje
ruego al ardor de la ira que me mienta en este instante.

Allá por los pinares perdidos, encontre el olor de la vida.
Allá entre chaparros y pasto encontre el sabor de la calma.
Hoy entre cieno y heridas me pagan con mil y una bala
la osadía de haberme dormido en la punta de la vara.

Miro en el reflejo del agua el cielo de la mañana.
Oigo el cantar de los jilguieros sobre las tejas mojadas.
Los álamos silban al viento al chocar rama con rama.
El pastor ya se marchó; El niño se hizo mayor;
El hombre llora en la puerta de aquel viejo corralón
donde un alambre azul arrojado sobre el suelo
marcó por siempre la cruz que lleva hoy a su cuello.

Cochiquera de infortunio.

viernes, 10 de mayo de 2013

La cárcel de los cuerdos

Hundido, en las ramas del tiempo, escondido sin ganas de aparecer ni en los libros ni en los cuentos, hoy abrigo la esperanza de perder.

Te veo y se lo que miro. Te observo y no se lo que puedes ser, la sombra de un ánima herida o una brizna de mentiras al anochecer.

Desorientado como nunca, sin camino como siempre. Paseante de la dudas, alma en pena de la muerte. Efímera andadura por los reinos de poniente.

Yo que he visto flotar nubes negras sobre brasas de amargura.

Yo que he visto cruzar desnudo selvas y mil llanuras, llenas de mil y un peligros, llenas de mil aventuras.

Yo que todo lo veo y que nada conozco me imputo la menor pena: una noche y dos días.

En cárcel de los cuerdos tendré que morir en vida, ya que no quise morar en el reino de los tuertos.

Hoy te engaño pero no te miento.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Última primavera ....

Entrando hoy en el túnel de la incertidumbre se presiente que el camino se desvanece sobre las nubes de papel de seda mojado que había dibujado con mis buenas intenciones.

Nunca he estado peor que hoy y me veo obligado a disfrutar el momento porque jamás estaré mejor.

Atisbos de locura se asoman a mis palabras y calan en lo más profundo de la razón y la verdad.

Hacer algo haciendo nada no es más que la inconclusión a la que he llegado con el menor esfuerzo posible, ya que mi mente siempre fue reacia a acompañar al rebaño que sueña siempre con un futuro mejor. Yo siempre simplemente soñé.

En ocasiones, separándome de la realidad lo suficiente para tomar perspectiva de la sinrazón que rodea el sinsentido de tantas cosas que me han rodeado y me rodearán, he podido atisbar la incompresión de la vida.

En mi modesta opinión, la más modesta y menos importante que existe sobre la faz de la tierra, el cuarenta de Mayo nos quitaremos por fin el disfraz y nos golpearemos con el mundo real, esperemos que el golpe no sea fatal.

Imploro a los cuervos que habitan en la niebla que me guarden un refugio donde poder reposar.