No creo que nadie en la humanidad haya podido resistir tanto tiempo con la cabeza fuera de lugar, y el cuerpo ya ni digamos.
Esperando el punto de inflexión he visto pasar a la muerte tantas veces cerca que a veces nos hemos llegado a saludar.
Pena cruel y excesiva para un ánima moribunda.
En honor a mi compañero de lejanas aventuras hoy si que me encuentro en el "Hogar del fin nº 13".
miércoles, 23 de octubre de 2013
lunes, 14 de octubre de 2013
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