martes, 5 de agosto de 2014

Oscuridades

Mis ojos tornaron azules durante un breve instante.
Mis manos acariciaron tu suave piel mientras te perdías entre mis dedos.
Esta vez pasó todo tan rápido que ni siquiera pude despedirme de ti como te mereces.
En un infinito que durará un segundo nos volveremos a ver.
Esperame en tu anochecer manchado de sueños.
Vuelvo a la oscuridad de mi alma, a malvivir entre los miedos que me roban la tranquilidad al caer la noche.
Pierdo la vida en cada lamento.