Así, y no de otra manera, transcurren casi todos los días de mi vida.
Las mismas palabras, las mismas caras, las mismas situaciones, la misma pesadumbre, ...
Giré hacia barlovento, esa fue mi decisión, y la rebeldía encerrada en un cuerpo de naturaleza cobarde ha provocado el crecimiento de la ira y la ausencia de la tan deseada tranquilidad.
Cuento el cuento desde otra húmeda caverna, con vistas a la sierra y al mar, con vistas a la desidia y la desesperación.
Te oí llegar al ver al sentir el dolor de tus pisadas sobre la arena mojada.
"El último de los Capacojos. Nov 2016. Isla del Olvido"
miércoles, 23 de noviembre de 2016
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