Nunca estuve en el tiempo ni en el lugar donde se otorgaban las migajas de la justicia.
Vi a todos pasar sentado en aquel lugar.
Quizás fue el premio inmerecido que jamás debí recibir, lo malo que será seguro el que siempre seguiré recibiendo.
Suerte perruna.
viernes, 22 de junio de 2018
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