En pocas palabras, la mayoría de mis ilusiones arrasaron con mis sueños.
He ido dejando en la cuneta de la vida cada uno de mis bellos cuentos y ahora con tristeza los recuerdo.
Desde luego no seré yo quién se achante ante el cambio de rumbo necesario, para bien o para mal.
Nos hemos ido acostumbrando a la comodidad del sinvivir y voy creyendo firmemente que merece la pena el riesgo de poder elegir entre vivir o morir.
Siempre nos quedará la botella y la bella soledad.
Compañera ....cuerpo de mujer tallado.....alma negra.....seis silencios.
domingo, 9 de noviembre de 2014
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