lunes, 29 de agosto de 2016

Algunos hombres malos

En verdad os digo que cada una de las pisadas manchadas de sangre no es más que la marca continua de desencanto que nos afectan a cada instante.

Gritos continuos de desesperación me acompañan cada día para dejar buen reflejo de vuestras acciones. Sin veros aparecer ya os estoy sufriendo, agonía eterna.

Recé al Dios de los idos y adoré al Mar de los muertos, pero nada ha valido para nada.

La sombra enrojece mi alma y llena de odio mis palabras.

Harto de estar harto.

Cansado y exhausto.

Perdido.