martes, 29 de noviembre de 2011

Mismas mentiras

Pasan los años y pasan los días,
los mismos deseos, las mismas mentiras,
dejo el camino que no hace de guía,
despierto entre juncos borracho de ira.

Canto al silencio y rezo al pasado,
muero de pena por ser un esclavo
de sueños vividos en sueños soñados,
miro a Luna, muero derrotado.

Cobarde es mi nombre, temor mi apellido,
pereza es mi madre y mi padre castigo,
vago por la senda de los hombres heridos
me arrodillo al pensar en los días perdidos.

En llano tropiezo y en lluvia me ahogo,
con seda me rasgo y con nubes me corto,
siembro soledad y recojo mil semillas,
me corono sin más príncipe de las desdichas.

Lágrimas de rocío que mojáis hoy mi manos,
guardadme en cobijo, me acojo a Sagrado,
emociones inciertas y párpados cerrados,
trovador de lamentos, rey de lo mundano.

Lágrimas del destino

Ya no habrá más lizaños, ni más sufrimiento.

Ya no habrá más oraciones recitadas en silencio. Ni palabras falsas, ni hipócritas miradas, ya sólo nos quedará la luz de tu mirada.

Pocas palabras que decir, cuando nunca hice lo que debiera. Muchos recuerdos de ti en tu humilde palacio, siempre cuidando de nosotros, siempre dándonos la mano,abrigándonos en invierno y acompañándonos en verano, desde el día en que nacimos hasta el día en que muramos.

Te reunes con él, abuelita. Allá por donde andéis, pasear juntos de la mano.

TQ. (18/11/2011 14:40)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Hoy te he puesto nombre ...

Hoy te he puesto nombre. Después de 16 años, hoy por fin se tu nombre.

Nunca me preocupé ni tuve la curiosidad de pensar en ello y hoy, sin venir a cuento, he indagado y te he encontrado entre el océano de datos que inundan nuestras vidas. La extraña providencia ha hecho que se produzca este reencuentro justo cuando faltan pocos días para recordar esa maldita fecha.

Ya jamás serás mi niña perdida, aquella trágica historia que me llevo al encuentro del Sol, hoy te tengo a mi lado y la pena ha inundado mi maltrecho corazón y golpeado la memoria con decenas de palabras, letras y notas.

Ni siquiera recordaba el año, ni cuándo ni porqué, sólo tu edad, tu sexo, tu búsqueda, y un extenso lugar.

Al lado del mar soñaré siempre contigo y te arroparé en las largas noches del frío invierno en aquellas montañas que nos supieron ser tu abrigo cuando buscabas la calma.

Por lo menos hoy, mejor que nunca, allá por dónde habites sabrás que yo me acuerdo.

Eva.