jueves, 29 de septiembre de 2016

Al final a la derecha

"En verdad os digo que nunca es tarde para perder la esperanza." Con estas palabras el viejo vagabundo inició el final de su larga andadura.

Hubo un tiempo que ocultado bajo la sombra de una encina era capaz de recorrer hasta el último rincón de su memoria. Hoy apenas puede recordar su nombre y ni siquiera puede percibir su camino.

Malditas palabras qué abrasasteis su cordura y arrojasteis los despojos en las ruinas de la soledad.

Tiene lo que apenas quiso y desea lo que jamás tendré. Va siendo hora de .....