domingo, 25 de abril de 2021

Eterna luz del silencio

Y perdí la vida pidiéndome perdón a diario por estar perdiéndola.
Maté mis sueños en vanas esperanzas llenas de reproches y siniestros pensamientos.
Hoy, en la cueva del olvido, recuerdo la primera vez que soñé despierto.

Mil mares llené con todas las lágrimas que perdí en lamentos.

Navaja, sal y Silencio, eso es lo único que necesité y es lo que jamás tuve.