El absurdo vuelve a hacer acto de presencia, con su don de gentes y su voz sin fuerza.
No creo que lo vaya a esperar mucho. Nada interesante tiene que decirme ni ganas tengo yo de escucharle.
Los límites los pongo yo, y por hoy esto se está acabando.
¡Qué me juzguen los sentidos a la vuelta de la esquina!
Seguro que así lo harán.
Nos vemos ..... o quizás no.
viernes, 11 de agosto de 2006
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