lunes, 9 de junio de 2008

Hastío

Oigo un murmullo lejano que tiene olor a esperanza. Al intentar acercarme se desvanece entre la bruma que duerme bajo mi cama.

Veo nacer el día sentando frente a la ventana y nada me hace pensar que hoy sea peor que mañana.

Toco el cielo con los dedos, se me entumecen los ojos de mirar hacia tu encuentro y ver que te perdiste en el valle de los tuertos.

Si logrará despertar de este maldito sueño quizás me daría cuenta que siempre estuve despierto.

Eterno divagar por estas calles mojadas, llenas de sinsabores, vacías de fantasía.

No perder la razón nadando sin mar ni río. No juzgar el presente pues ahora mismo se ha extinguido.

"Dime un color: el gris. Pero hombre, no seas tan pesimista, dime otro: el gris marengo, y no me tires más de la lengua o te tendré que decir el negro."

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