martes, 5 de agosto de 2008

Arena

Vi tanta que me abrumé.

Miré a poniente y recibí sus caricias más deseadas. He regresado y volveré.

Feliz viendo felicidad, cotento percibiendo alegría. Nunca pensé que enumerar cada granito de arena fuese tan fácil. Arena soñada por los romanos y por mi.

Sólo pido una barca para sentarme sin más a contemplar tu reflejo en el cielo y en la mar.

Ojalá que los devoradores de sueños no estropeen éste, va siendo uno de los últimos que me quedan.

Otra Caipirinha, por favor.

No hay comentarios: