Le vuelvo a pedir al viento que sople a favor aunque sólo sea por un día.
Animo desde aquí a los latidos que mueven mis actos para que no se preocupen por nada. 14 días no son nada.
Vendrán días mejores. Seguro.
martes, 17 de octubre de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario