miércoles, 21 de febrero de 2007

Recuerdos de ausencia

Empiezo a necesitar que los cuatro jinetes marchen al viento y cabalguen, de nuevo, hasta mi hogar.

Una día renegé de ella y ahora veo que la vida sería imposible en su ausencia. ¡Qué no me falte nunca su aire fresco en el rostro!.

Tantas nuevas cosas por hacer y tantas viejas cosas olvidadas ...

Te echo tanto de menos compañera.

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