lunes, 5 de marzo de 2007

El rumor de los silencios

Yo que he visto gotas de rocío acariciar las hojas de la vida, veo ahora como se tiñen de negro.

He regresado sobre mis pasos para leer de nuevo el título de libro y no he pasado de las últimas páginas.

No recuerdo como era la orilla del mar, sólo, y en contadas ocasiones, me viene a la memoria el rumor de sus silencios.

No supe poner fin y empezar a escribir de nuevo, no supe.

¡Qué las luces de alba me castiguen para siempre en el peregrinar por el sendero de las dudas! Ya lo están haciendo ...

No se puede estar más triste dentro de la felicidad, no se puede estar más cuerdo.

Pero hay un camino que jamás olvidaré, el que siempre me guiará hacia el sur de tu mirada, con la vida de la mano y con el viento rozando mi faz.

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