miércoles, 10 de junio de 2009

Rebaño

Nunca jamás lograré entender nada. Parece que a la gran mayoría de los humanos lo que más les gusta es en seguir por el sendero, sin salirse del camino. Cuanto más piedras les pongan en el camino, mejor que mejor. Así se podrán tropezar repetidamente y sin descanso.

Que a nadie se le ocurra luego lanzar su ira al aire, por que yo desde luego no pienso volver a escuchar. Pondré mis oídos a hibernar, dejaré de luchar contra los molinos. Volveré al pueblo perdido de donde no debí nunca marchar.

Si os quitan lo bailao, que coño os va a quedar. Daros cuenta de una vez que lo logrado con sangre no debe perderse ni jamás olvidarse, para no volver a derramar ni una sola gota en una guerra antaño ganada.

¡Danzad!, gritan los domadores de almas, antaño ladrones de sueños.

¡Despertad! os grita el trovador de lamentos. No esperéis a estar muertos para poder sentiros libres.

Espero que el duende vuelva pronto o esto será mi perdición.

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