Hoy mejor que nunca puedo recordar al más famoso "reo" de la historia. Como, sin darse cuenta y en poco tiempo, la vida le fue llevando a donde quizás el nunca deseo llegar. Amadeo le llevó del brazo hasta la misma antesala de la muerte y allí, justo allí, murieron para siempre todos sus sueños.
Nunca borraré de mi retina la barca de la benemérita buscando a José Luis Rodríguez por la oscuridad, ni los trastos de "matar". Eterno como si fuese real porque fue real.
Sin lugar a dudas, para mi, la mejor historia que alguien pudiese contar.
Gracias a todos por escribir una historia real, ahora donde estéis podréis continuar con la vida.
Hasta más Ber.
martes, 16 de noviembre de 2010
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