lunes, 8 de noviembre de 2010

Quebrantos y duelos

Y soñó con despertar
en las nubes de verano,
y soñó con caminar
por los bellos oleajes
de la siembra al respirar.

Y temió siempre soñar,
pues los deseos perdidos
que vagan por los caminos
de la amarga soledad
sólo caen en cuenco roto
cuando al girar la cabeza
ves con temida tristeza
como ríe la maldad,
en los campos de pobreza
que rocé en mi despertar.

Y conté gotas de sal
que derramadas hicieron
al más feliz embustero
en hombre vano y moral,
que vaga hoy sin destino
por estos fríos senderos
que cruzan la libertad.

Perdido en el mismo centro,
ahogado en esta espiral
que mutila mi memoria,
dejando sólo en la noria
al último ser normal
que puso pie en esta Tierra
que se va hundiendo al pisar
y al escupir mil palabras
por los quebrantos y duelos
que algún día habré de tomar.

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