jueves, 9 de agosto de 2012

El último jinete

Hacia medio siglo que el amigo de Govinda dejo de interpretar los sueños de la vida. Ese mismo día, hoy sin ir más lejos, el barquero cruzó por última vez el río.

Ya sólo en mis recuerdos podré ver al jinete que monta a Silencio trotando por la serranía de Ronda, trabuco en mano, con la manta echada en el hombro. En su alforja siempre un trozo de pan y una bota de vino. Sólo su navaja conoció más hombres que yo conoceré en toda mi vida.

Cabalga por siempre, allá por donde vagues que el murmullo de cualquier riachuelo te recuerde que soy de los tuyos.


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