viernes, 17 de agosto de 2007

La majestuosa sinfonía del silencio

Poder sentir la ausencia de los chirriantes sonidos que emanan de esta posada de grillos, mi único deseo.

Qué allá por donde vague siempre exista un instante donde pueda degustar la extraña sensación de no escuchar nada.

Momentos que no llegarán y que almacenados perecerán en el viejo baúl del desván.

Me quedará como consuelo escuchar al viajero errante, el único que sabe enteder mis pesares.

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