Qué ser humano, por atroz y malvado que sea, puede reprimir que las gotas saladas se derramen sobre el camino cuando uno escucha algo similar a esto:
- De una madre a su hija pequeña: "Tu padre ya no está aquí porque se ha convertido en una estrella y ahora nos mira desde el cielo"
- De una hija pequeña muy triste a su madre:"Hoy esta nublado, no puedo ver a papa, ¿dónde está papa?"
Si la naturaleza es sabia, que lo sea. Si los hombre quieren ser sabios, pues que lo sean. Pero ruego a las energías varadas en los confines del Universo que esto no vuelva a repetirse, por favor.
Por raro que parezca, y haciendo eco de los pasos andandos, vuelvo a condenar a muerte a la más fatal de las suertes.
¿Qué ganas con tanto dolor? Dímelo e intentaré entenderte, porque no creo que pueda comprederlo.
martes, 4 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario