Y después de un día viene otro, y no hay más.
Ni dije ni me dijeron, ni di ni recibí. Tengo tantas ganas de nada, que ya no puedo.
Nada cambia. Todo sigue igual, o sea, mal.
Si les ayudas te lo pagan en golpes, que más se puede decir.
Rodeado del absurdo y sin saber si lo pongo yo o me lo dan los demás.
Tendré que ir pensando en dejar la competición ...
miércoles, 2 de enero de 2008
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