miércoles, 29 de abril de 2009

Dados al viento

Siento la brisa soplar, eso no es mala señal.
Oigo a la lluvia reir, eso me lleva a pensar:

"Nostalgia que prevaleces,
dueña de mil sinsabores,
maestra de lo perdido,
princesa de mi destino.
Tu, que cruzaste caminos
para contarme al oido
aquellas historias mias
que relataba aquel tuerto
en el valle de los muertos,
hoy ríes al contemplar
como se alejan los sueños
al llegar el despertar.

La boca me sabe a sal,
y oigo narrar este cuento:
el trovador de lamentos,
juglar de tiempos pasados,
tira los dados al viento,
¡ojo! al buen resultado,
pues el malo es lo esperado,
pero si el azar contradice
lo que la vida ha dictado,
este triste caballero
puede vencer al fuego,
y con su espada de lata
cortar en dos el desprecio,
hacer sangrar a la mofa,
herir de muerte a la suerte
y cabalgar con silencio
hacia el rincón de los necios,
a poner fin al olvido
donde moran hoy sus huesos."

Veo llorar a la mar y sólo puedo recordar los días que se marcharon y que jamás volverán.

No hay comentarios: