jueves, 12 de noviembre de 2009

Adiós

Pisando las hojas secas
que el Otoño dejo escapar
recuerdo bellos momentos
que jamás podré olvidar.

Anduvimos de puntillas
entre la pena y la angustia
y eso deja secuelas
que nadie podrá quitar.

En el hogar del absurdo
nos quedamos bien varados
y por mucho que soñemos
nos marcó la eternidad.

Vivo por ver reflejos,
y sentir pequeñas cosas.
Vivo por ver de lejos
a las bellas mariposas
agitar alas al viento,
y modificar el momento,
aunque nada más importa.

Y se levantó de su silla, como si fuera una vez más. Y se puso su chaqueta, y colgó su dormitar en la percha de la puerta. Al salir, ni una palabra de más.

Ahora en la lejanía de quién nunca debió estar echo de menos las risas. Se que su caminar hará camino al andar.

Hasta siempre, hasta la vista, hasta que las cervezas frías posadas sobre viejo mármol vuelvan a contar mentiras al recordar el pasado. Si nunca llegará el encuentro, pues que te vaya bonito en el reino de los tuertos.

Embarazo en años, tela pal cuerpo.

No hay comentarios: