lunes, 11 de octubre de 2010

El último adiós

Y se fue. El hombre de la chaqueta de cuadros y la gorra de pana, del ramón en volandas, se fue.

Subió su última principal, tomó su último botellín y fumó su último celta.

Marchó por el camino de la eras, con la mirada perdida en aquel horizonte que tantas veces oteó.

Y yo, desde mi atalaya, aún veo su silueta siguiendo al rebaño, con su cigarro caído, mirando más al suelo que al cielo, pues no tenía ninguna prisa por partir.

Descanse en paz "el sabio", maestre de maestros en la corta distancia, rey de reyes con una canto en la mano y una garrota suspendida en el aire.

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