lunes, 18 de octubre de 2010

Y qué es la vida ...

Cuanta vida han vivido los que tienen menos vida, cuanto tiempo he perdido, cuantas pisadas mías estarán llenas de polvo sin temor a la agonía de que otra huella destrone las insignificantes marcas, que como sello roído, quedaron poco marcadas en la senda del destino, aquella por la que vago desde que la ausencia de tinajas en el molino caído buscaban algún ser muerto en el reino de los vivos.

De poroso fondo de pena llevo lleno los bolsillos de mi vieja gabardina, hoy venta ambulante toca en la cueva de los vinos, aún en la lejanía oigo ladrar a la lanas, oigo el tañer de campanas, oigo al viejo pregonero chillar a los cuatro vientos que aquí se vende de gana buenos y baratos sustentos.

De todos es bien sabido que el fin terminó en el comienzo, que esto es un divagar por mil laberintos y entuertos hasta que la quebrada lleve todo a buen puerto.

Derrotado en la batalla de las mil y una cornisas que vencen sobre mi alma, elevo la voz al cielo para volver a decir nada.

El asolador de la felicidad que otros quieren vuelve en la madrugada al redil de la derrota, abatido, sin palabras, perece como zagal con edad de mayoral y el sentir del aire fresco que envuelve en mil lamentos los incontables cuentos que salen hoy de su boca.

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