Pasan los años y pasan los días,
los mismos deseos, las mismas mentiras,
dejo el camino que no hace de guía,
despierto entre juncos borracho de ira.
Canto al silencio y rezo al pasado,
muero de pena por ser un esclavo
de sueños vividos en sueños soñados,
miro a Luna, muero derrotado.
Cobarde es mi nombre, temor mi apellido,
pereza es mi madre y mi padre castigo,
vago por la senda de los hombres heridos
me arrodillo al pensar en los días perdidos.
En llano tropiezo y en lluvia me ahogo,
con seda me rasgo y con nubes me corto,
siembro soledad y recojo mil semillas,
me corono sin más príncipe de las desdichas.
Lágrimas de rocío que mojáis hoy mi manos,
guardadme en cobijo, me acojo a Sagrado,
emociones inciertas y párpados cerrados,
trovador de lamentos, rey de lo mundano.
martes, 29 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario