martes, 18 de febrero de 2014

Preso en el limbo

Se menos de lo que creo pero mucho más de lo que algunos piensan que se.

La táctica que está siguiendo la amargura para vencerme van tomando tintes de éxito.

Yo que sólo pido un segundo de tranquilidad por cada diez años de vida y ni siquiera eso consigo. ¿Se puede pedir menos?, seguramente sí.

Me han retirado la palabra sin motivo los que yo sentía más cercanos. Es hora de tocar el horizonte con mis manos.

Sabiendo a ciencia cierta que la belleza se esconde en cada suspiro del viento y en cada lágrima del cielo, le ruego humildemente al Sol que me abrace cuando tenga frío y a la Luna que me cuide cuando tenga miedo.

Sólo sueño por soñar contigo, bello mar de mis deseos.

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