martes, 18 de marzo de 2008

Mencia

Otro examen se avecina. De nuevo a pasar por el detector de los deseos incompletos, a ver como han evolucionado las acciones no realizadas, quizás irreversibles. Esperemos que todavía quede un hueco para la cobarde rectificación.

He vuelto a fallar como persona y como ser humano. Y mira que me esfuerzo por no traicionarme, pero es superior a mis fuerzas.

Baúl de ilusiones sin fondo y de esperanzas inacabadas.

Asumo el veredicto final: culpable de los miedos absurdos que invanden el mar de temor donde nado cada día.

Perdoname DUC, porque el tiempo no me va a perdonar.

¡Qué las luces negras que marcan las lindes de mis despertares apunten alguna vez hacía adelante!

Suplico desde aquí al Duende, que me de algo de lo que se llevo. Él sabe bien de lo que hablo.

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