miércoles, 5 de mayo de 2010

Soy un extraño

Y volvió la bruja al redil, y los borregos se encharcaron de nuevo en absurdas profecías cubiertas de necedad y vacío.

Espero que sus palabras vanas no interrumpan más mis lamentos, sólo pido eso. No creo que sea egoísta por mi parte soñar con el silencio.

Difícil calibrar bien entre preferir no estar muerto o desangrarme en este nido de hienas hambrientas de estupidez.

No me canso de derramar más sal. ¡Qué nunca jamás la mar eche en falta toda las lágrimas que encierran mis latidos!.

Marchad en paz ...

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