viernes, 2 de octubre de 2009

Pecados

Y los sueños se perdieron arrojados en la papelera. Cómo podía yo imaginar que mi acción iba a tener tal repercusión.

A veces, en las noches de Luna llena, cuando miro al cielo y no puedo ver a Dios, me acuerdo de la curva del olvido, me acuerdo de valle del destino, recuerdo aquellas mañanas al Sol.

Y a veces, cuando la fatiga me vence, me viene a la memoria una pastilla roja, una cuesta sin luces, un chivato de maría, y el dolor me destruye por dentro.

Y muchas veces, en el circo de inhumanos, el tiempo se me hace infinito y los grillos enloquecen la ausencia de cordura que perdí en un reguero, una noche de verano, con un botella de Martini en una mano y con el cielo estrellado por sombrero.

La nostalgia no me llega para reflejar todo lo que siento.

Mis siete pecados capitales, mis siete puñales anclados en el pecho:


Agonía
Angustia
Ansia
Cobardía
Desidia
Hipocresía
Penuria

Le envidia del pasado me emborracha de locura, pero mejor borracho que cuerdo pues este matojo de necios donde clavo mi mirada cada día al despertar sólo me lleva a matar, y eso no parece bueno.

Mejor loco que sereno.

No hay comentarios: